—Gracias por su interés en lo
que pasó. No sé si prefiere que hable sobre el deterioro del alma o que me
refiera al sentimiento que supera la esperanza y que es un acompañante
permanente o que explique por qué surge el síndrome de Estocolmo o que describa
la precariedad del lugar que ocupé o que recuerde las personas que me
maltrataban y cuidaban, cuya única convicción era seguir órdenes.
Si le
parece bien prefiero hablar de lo que sucede después del cautiverio. Cuando
regresé al seno de mi familia entendí la expresión “mundos paralelos” porque
los obligados a vivir en ambos mundos nos enfrentamos a la limitación de los
significados de las palabras y a no poder usarlas con el tono y el contexto
adecuado. Otra cosa son los sentimientos de las personas que nos quieren, por
alguna razón su sufrimiento es mayor que el nuestro, incluso terminamos por ser
culpables de ello.
Pienso en las veces que he
escuchado “ya no eres el mismo” ¿es un juicio, es resignación, es una
afirmación que, a falta de comprender de lo que pasa, es preferible al
silencio? ¿por qué el silencio es más ofensivo que las frases cliché que
aparentemente trasmiten los sentimientos del momento? No encuentro razones para
aceptar que nuestros sentimientos son más importantes que los de los demás,
tampoco que me hagan responsable por ellos y mucho menos que me pidan explicar
aquello que no entiendo.
Olvidamos, tal vez, lo más
importante para comprender y explicar el cautiverio: el tiempo. La compresión
sólo surge con el paso del tiempo. Para comprender es necesario olvidar y
recordar. Solamente sabemos lo que hemos olvidado cuando lo recordamos. Ahora,
no es sólo recordar el dolor sentido en el cautiverio, sino recordar también
los pensamientos que ayudan a cualquier secuestrado a mantener la cordura.
Pensamientos que en ese momento son recuerdos de las cosas bellas que se viven
en el pasado y que reconfortan en la oscuridad del limbo que se siente al estar
secuestrado.
Espero no haberme desviado de la
pregunta inicial y confío que mi testimonio esté a la altura de la importancia que
ustedes generosamente han dado a este encuentro. ¡Muchas gracias!
—No más preguntas.
¿SABES QUE SENTIMIENTO SUPERA LA ESPERANZA Y AYUDA A SOPORTAR EL CAUTIVERIO?
¡TU OPINIÓN ES IMPORTANTE!
muy buen eslogan elkin
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